CAPÍTULO SEIS Parado al lado del yate espacial, en sus oídos penetró el ruido de las naves y el estruendo del hangar. Ap estaba perdiendo años de su vida, por la preocupación. Sudor corría por su frente, secándolo con un llamativo pañuelo. El diseño de la nave era negro con rayas diagonales blancas, y si bien podía cumplir bastantes compromisos, dejaba mucho que desear para viajes largos, y justo ahora solo tenía cargado un cuarto de tanque. Ap miró la extensión del puerto del espacio hacia la torre de administración. No sabía bien que es lo que miraba o esperaba, pero creía que los guardias iban a interrumpir en cualquier instante. El piloto se estaba paseando por debajo del ala de la embarcación, había apoyado un pie sobre la inclinada rampa que se extendía a lo largo del fuselaje. Era un piloto nuevo. Recién había sido asignado. Algunas de sus últimas veinticuatro horas se la había pasado pensando en que sería lo que había pasado al hombre al que estaba reemplazando, que había hecho para que lo echaran.
"Usted dice que ella sólo va al Satélite del Palacio de Verano", dijo el piloto,
"Eso no es un gran vuelo. ¿Por qué quiere llenar los tanques de gasolina y aire?"
Ap puso la cara más persuasiva.
"Bueno, es más seguro llenar los tanques. Vaya, llénelos" "¿Por qué?" "Quizás quieran hacer un tour por los satélites. Usted es nuevo aquí. Cuándo se sirve a nivel comandancia, tómelo de Ap, esté preparado para cualquier cosa"
Dudando el piloto movió a la cabeza de la nave y le hizo señales al camión de la gasolina y del aire. Ap seguía mirando al edificio de administración. Chi rondaba a lo largo del vestíbulo. Uno tenía que vigilar todo en estos días. No se podía confiar en nadie para que hiciera nada, tampoco lo mantenían informando como debían. Solo hacía unos momentos que había escuchado que a Lady Min se la habían llevado en una ambulancia. Esto era muy raro, ya que había una completa sala de operaciones allí mismo y estaba completamente instalada para urgencias por Xenu. Miró al guardia que estaba delante de la puerta de la habitación de Lady Min.
“¿Porqué está todavía de guardia aquí? ¿No se fueron todos?"
El guardia se enderezó y tensó. Uno se ponía nervioso con solo ver a Chi, mucho peor era hablar con él.
"Yuh, yuh. 17 La sacaron a ella, pero el estallador de cerebros y uno de mis guardias están allí ordenando todo". A Chi no le gustó nada eso. Quedó parado un momento y después receloso abrió la puerta. No había nadie adentro. Enseguida sacó su arma y entró de costado. Sigilosamente se acercó a la puerta del baño. Trató de abrirla, pero estaba con llave. Retrocedió, y le pego un puntapié, con estruendo se abrió. El guardia estaba desparramado en el piso. La enfermera desnuda en la bañera. El guardia desde afuera miraba la escena boquiabierto y el terror apareció en sus ojos al volverlos hacía Chi. Tenía una muy buena idea de lo que le pasaría ahora. Chi lo empujó violentamente y corrió por el vestíbulo gritando. Ap escuchó la sirena antes de ver la ambulancia y por un momento pensó que era la policía. El vehículo blanco atravesó el campo entrando velozmente al hangar y con la sirena apagada giró apuntando su trompa hacía la puerta. Después con un chillido de neumáticos retrocedió hasta la rampa. Corriendo apresuradamente, el chofer y su ayudante abrieron las puertas de la ambulancia. Él vio a una enfermera salir de adentro, y si no hubiese movido la mano, en un gesto para él conocido, no se hubiera dado cuenta de que era Lady Min. El chofer y el ayudante llevaron la camilla hasta la rampa para subirla a la nave, pero el piloto estaba en el camino. "¿Que diablos es esto?", Preguntó bajando y tratando de levantar la cubierta de la camilla. Lady Min le dio un golpe en la mano. "¿Por qué no llama a Xenu, y le pregunta?" Él frunció el entrecejo y nuevamente trato de levantar la sábana. Esta vez Lady Min lo tomó fuertemente de la muñeca. "Yo sé todo de niños chicos que no pueden sacar sus manos de niñas inconscientes. Pervertido." Le dio a la camilla un arriesgado empujón para que subiese por la rampa, el piloto se tuvo que hacer a un lado para que no lo pisara. Los ayudantes empujaban, y haciendo un gran esfuerzo, y con mucho ruido, consiguieron meter la camilla al fuselaje Hoscamente el piloto la siguió. Ap subió a la puerta de la nave, "La mejor maniobra en la historia, Xenu no la olvidará." Los hombres lo saludaron, volvieron al vehículo y partieron. El piloto cerró la rampa y caminó dudosamente hacía su asiento. Tenía los ojos muy abiertos y llenos de preguntas no contestadas. Ap miró a Lady Min. Ella sacudió su cabeza, empujando la camilla por el pasillo de la nave hacia la cabina que se encontraba en la cola. Lánguidamente el piloto consiguió la orden de partir. Chequeo sus instrumentos poniendo en marcha los motores. . La nave se sacudió, y empezó a avanzar lentamente. Lady Min metió por completo la camilla adentro de la cabina y la ató con las abrazaderas a la pared. Ap cerró la puerta de un golpe, y seguidamente levantó la sabana de la cabecera. Tragó saliva. "¿Por qué él?" "Este es Stung, el estallador de cerebros. "¿Puede esta carroña llegar a la Tierra?" "¿Tierra? Eso está a días de distancia. ¡No!" En ese momento fueron empujados violentamente hacia atrás, la nave había despegado. Chi saltó del auto y subió por los escalones corriendo hacía la torre de control, miraba uno y otro lado del cielo a medida que subía. La plataforma al aire libre, en la punta de la torre, estaba llena de soldados en uniforme azul y blanco, que vagaban por allí. Eran las patrullas planetarias, y no estaba totalmente de acuerdo en mantener una constante alerta, ya que nada había pasado en una década, desde la Invasión de los Grises. Parecía ser una pérdida de tiempo. Los oficiales estaban sentados muy aburridos encima de la pared. Las cuatro ametralladoras apuntaban desanimadas a cualquier lado. Chi irrumpió en la plataforma buscando al oficial, se acercó a él apuntando al cielo. "Yo soy Chi Ministro de policía. Esa nave, si esa allí, un banco ha sido robado y están tratando de escapar en ella. ¡Por órdenes de la Policía, dispáreles!" "Pero ese es el yate espacial de Lady Min." "Lo sé, lo sé," "Ella estará furiosa. Comience a disparar antes de que salgan de nuestro alcance!" "¿Ladrones de Bancos?" Las cuatro ametralladoras fueron puestas en posición de ataque. Largas lenguas de fuego salieron de ellas con un fuerte rugido. Dentro de la nave, Ap luchaba por avanzar por el pasillo, lo cual le resultó bastante difícil debido a la fuerte aceleración. Le palmeó el hombro al piloto. Quedó boquiabierto viendo las ráfagas de fuego que pasaban delante de la pantalla. El piloto dio vuelta la cabeza hacia la ventana del costado, mirando como el campo se alejaba rápidamente. El rojo estruendo de las ametralladoras destelló en sus ojos. Su cara se puso gris. Sin pensarlo más, se volvió al panel de control. Su mirada se centró en ". Su mano apretaba la perilla frenéticamente. El asiento del piloto y el panel de al lado suyo tintinearon y el blanco humo de expulsión lo rodeó al saltar a la atmósfera, y empezó a dar tumbos. Ap gritaba, Por el boquete que se había hecho entraba un viento huracanado. Lo cerró lo más rápido que pudo. Abajo podía verse al paracaídas del piloto abrirse. Las lenguas de fuego pasaban apresuradas entre la nave y el paracaídas. Ap miró el panel de control, y a los botones que 18 tintineaban en la consola de navegación. Levantó sus manos con desesperación. Más fuego pasó por el parabrisas. Lady Min trataba de adelantarse desde el fondo. Sus anteojos y el pañuelo se habían volado, y sus cabellos se mecían con el viento furiosamente. Cinco ráfagas de fuego pasaron al costado de la nave, justo frente a Lady Min. Ella gritó, Él abrió un cajón debajo del asiento del piloto y lo revolvió. Finalmente de entre un montón de papeles sacó el manual. Temblando dio vuelta las hojas una por una. Una bala paso a través del parabrisas, otra pegó en la cola, la nave comenzó a temblar. Tratando de obtener el diagrama que hiciese juego con los botones, Ap apretó Se inclinó sobre los botones, con desesperación y bastante indeciso apretó los puños. Abruptamente tiró de cinco botones elegidos al azar. La nave cambió de rumbo, subiendo en espiral. Una andanada final de explosiones se escuchó debajo de la nave, allí donde había estado hacía unos instantes. Lady Min se sujetaba desesperadamente en el pasillo. Objetos sueltos volaban, y se golpeaban contra la embarcación. El viento huracanado silbaba por los pequeños agujeros que habían dejado las balas. Lady Min miró los agujeros. Se daba cuenta que cuándo llegaran al espacio, perderían todo su aire. Se aseguró, y abrió un cajón del cual saco un rollo de cinta adhesiva, con ella se arrastró por el costado de la nave. Cortó pedazos de cinta con los dientes, y empezó a tapar los agujeros del fuselaje. La nave se estabilizó, continuó ascendiendo, nadie sabía hacía adónde.
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