sábado, 18 de junio de 2011

REBELION EN LAS ESTRELLAS CAPITULO VI

Ficcion_7

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

  

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

  

 

 

 

CAPÍTULO SEIS

Parado al lado del yate espacial, en sus oídos penetró el ruido de las naves y el estruendo del hangar. Ap estaba

perdiendo años de su vida, por la preocupación. Sudor corría por su frente, secándolo con un llamativo pañuelo.

El diseño de la nave era negro con rayas diagonales blancas, y si bien podía cumplir bastantes compromisos,

dejaba mucho que desear para viajes largos, y justo ahora solo tenía cargado un cuarto de tanque. Ap miró la

extensión del puerto del espacio hacia la torre de administración. No sabía bien que es lo que miraba o esperaba,

pero creía que los guardias iban a interrumpir en cualquier instante. El piloto se estaba paseando por debajo del

ala de la embarcación, había apoyado un pie sobre la inclinada rampa que se extendía a lo largo del fuselaje. Era

un piloto nuevo. Recién había sido asignado. Algunas de sus últimas veinticuatro horas se la había pasado

pensando en que sería lo que había pasado al hombre al que estaba reemplazando, que había hecho para que lo

echaran.

 

"Usted dice que ella sólo va al Satélite del Palacio de Verano", dijo el piloto,

"Eso no es un gran vuelo. ¿Por qué quiere

llenar los tanques de gasolina y aire?"

 

Ap puso la cara más persuasiva.

"Bueno, es más seguro llenar los tanques. Vaya,

llénelos" "¿Por qué?" "Quizás quieran hacer un tour por los satélites. Usted es nuevo aquí. Cuándo se sirve a nivel comandancia,

tómelo de Ap, esté preparado para cualquier cosa"

 

Dudando el piloto movió a la cabeza de la nave y le hizo señales al

camión de la gasolina y del aire. Ap seguía mirando al edificio de administración.

Chi rondaba a lo largo del vestíbulo. Uno tenía que vigilar todo en estos días. No se podía confiar en nadie para

que hiciera nada, tampoco lo mantenían informando como debían. Solo hacía unos momentos que había

escuchado que a Lady Min se la habían llevado en una ambulancia. Esto era muy raro, ya que había una completa

sala de operaciones allí mismo y estaba completamente instalada para urgencias por Xenu. Miró al guardia que

estaba delante de la puerta de la habitación de Lady Min.

 

“¿Porqué está todavía de guardia aquí? ¿No se fueron todos?"

El

guardia se enderezó y tensó. Uno se ponía nervioso con solo ver a Chi, mucho peor era hablar con él.

 

"Yuh, yuh.

17

La sacaron a ella, pero el estallador de cerebros y uno de mis guardias están allí ordenando todo".

 

A Chi no le gustó nada eso.

Quedó parado un momento y después receloso abrió la puerta. No había nadie adentro. Enseguida sacó su arma

y entró de costado. Sigilosamente se acercó a la puerta del baño. Trató de abrirla, pero estaba con llave.

Retrocedió, y le pego un puntapié, con estruendo se abrió. El guardia estaba desparramado en el piso. La

enfermera desnuda en la bañera. El guardia desde afuera miraba la escena boquiabierto y el terror apareció en sus

ojos al volverlos hacía Chi. Tenía una muy buena idea de lo que le pasaría ahora. Chi lo empujó violentamente y

corrió por el vestíbulo gritando.

Ap escuchó la sirena antes de ver la ambulancia y por un momento pensó que era la policía. El vehículo blanco

atravesó el campo entrando velozmente al hangar y con la sirena apagada giró apuntando su trompa hacía la

puerta. Después con un chillido de neumáticos retrocedió hasta la rampa. Corriendo apresuradamente, el chofer y

su ayudante abrieron las puertas de la ambulancia. Él vio a una enfermera salir de adentro, y si no hubiese movido

la mano, en un gesto para él conocido, no se hubiera dado cuenta de que era Lady Min. El chofer y el ayudante

llevaron la camilla hasta la rampa para subirla a la nave, pero el piloto estaba en el camino.

 

"¿Que diablos es esto?",

Preguntó bajando y tratando de levantar la cubierta de la camilla. Lady Min le dio un golpe en la mano.

 

"¿Por qué

no llama a Xenu, y le pregunta?"

 

Él frunció el entrecejo y nuevamente trato de levantar la sábana. Esta vez Lady Min

lo tomó fuertemente de la muñeca.

 

"Yo sé todo de niños chicos que no pueden sacar sus manos de niñas inconscientes.

Pervertido."

 

Ap finalmente había reaccionado. "¡Vamos, vamos, no hay tiempo que perder!."

Le dio a la camilla un

arriesgado empujón para que subiese por la rampa, el piloto se tuvo que hacer a un lado para que no lo pisara.

Los ayudantes empujaban, y haciendo un gran esfuerzo, y con mucho ruido, consiguieron meter la camilla al

fuselaje Hoscamente el piloto la siguió. Ap subió a la puerta de la nave,

 

"gracias muchachos," les gritó.

"La mejor

maniobra en la historia, Xenu no la olvidará."

 

Los hombres lo saludaron, volvieron al vehículo y partieron. El piloto

cerró la rampa y caminó dudosamente hacía su asiento. Tenía los ojos muy abiertos y llenos de preguntas no

contestadas. Ap miró a Lady Min. Ella sacudió su cabeza, empujando la camilla por el pasillo de la nave hacia la

cabina que se encontraba en la cola. Lánguidamente el piloto consiguió la orden de partir. Chequeo sus

instrumentos poniendo en marcha los motores.

 

"¡Despegue!", Gritó Ap. "¡Lleve esta cosa al espacio!"

. La nave se

sacudió, y empezó a avanzar lentamente. Lady Min metió por completo la camilla adentro de la cabina y la ató

con las abrazaderas a la pared. Ap cerró la puerta de un golpe, y seguidamente levantó la sabana de la cabecera.

Tragó saliva.

 

"¡Stug!" Clavó la mirada en Lady Min

"¿Por qué él?" "Este es Stung, el estallador de cerebros. "¿Puede esta

carroña llegar a la Tierra?" "¿Tierra? Eso está a días de distancia. ¡No!"

 

En ese momento fueron empujados

violentamente hacia atrás, la nave había despegado.

Chi saltó del auto y subió por los escalones corriendo hacía la torre de control, miraba uno y otro lado del cielo a

medida que subía. La plataforma al aire libre, en la punta de la torre, estaba llena de soldados en uniforme azul y

blanco, que vagaban por allí. Eran las patrullas planetarias, y no estaba totalmente de acuerdo en mantener una

constante alerta, ya que nada había pasado en una década, desde la Invasión de los Grises. Parecía ser una pérdida

de tiempo. Los oficiales estaban sentados muy aburridos encima de la pared. Las cuatro ametralladoras apuntaban

desanimadas a cualquier lado. Chi irrumpió en la plataforma buscando al oficial, se acercó a él apuntando al cielo.

"Yo soy Chi Ministro de policía. Esa nave, si esa allí, un banco ha sido robado y están tratando de escapar en ella. ¡Por órdenes de

la Policía, dispáreles!"

 

El oficial miró por el largavistas y después otra vez a Chi.

"Pero ese es el yate espacial de Lady

Min." "Lo sé, lo sé,"

 

gritó Chi.

"Ella estará furiosa. Comience a disparar antes de que salgan de nuestro alcance!" "¿Ladrones de

Bancos?"

 

El oficial le hizo señas al sargento. "¡Pare esa nave!"

Las cuatro ametralladoras fueron puestas en posición

de ataque. Largas lenguas de fuego salieron de ellas con un fuerte rugido. Dentro de la nave, Ap luchaba por

avanzar por el pasillo, lo cual le resultó bastante difícil debido a la fuerte aceleración. Le palmeó el hombro al

piloto.

 

"Si pudiese ver el curso..."

Quedó boquiabierto viendo las ráfagas de fuego que pasaban delante de la pantalla.

El piloto dio vuelta la cabeza hacia la ventana del costado, mirando como el campo se alejaba rápidamente. El

rojo estruendo de las ametralladoras destelló en sus ojos. Su cara se puso gris. Sin pensarlo más, se volvió al panel

de control. Su mirada se centró en

 

"Expulsión del Piloto

". Su mano apretaba la perilla frenéticamente. El asiento del

piloto y el panel de al lado suyo tintinearon y el blanco humo de expulsión lo rodeó al saltar a la atmósfera, y

empezó a dar tumbos. Ap gritaba,

 

"¡Vuelva aquí!"

Por el boquete que se había hecho entraba un viento

huracanado. Lo cerró lo más rápido que pudo. Abajo podía verse al paracaídas del piloto abrirse. Las lenguas de

fuego pasaban apresuradas entre la nave y el paracaídas. Ap miró el panel de control, y a los botones que

18

tintineaban en la consola de navegación. Levantó sus manos con desesperación. Más fuego pasó por el parabrisas.

Lady Min trataba de adelantarse desde el fondo. Sus anteojos y el pañuelo se habían volado, y sus cabellos se

mecían con el viento furiosamente. Cinco ráfagas de fuego pasaron al costado de la nave, justo frente a Lady Min.

Ella gritó,

 

"No puedo volar esta cosa!" Ap contestó, "¡Yo tampoco!"

Él abrió un cajón debajo del asiento del piloto y lo

revolvió. Finalmente de entre un montón de papeles sacó el manual.

 

"Mark 38 Consola de Navegación"

Temblando

dio vuelta las hojas una por una. Una bala paso a través del parabrisas, otra pegó en la cola, la nave comenzó a

temblar.

Tratando de obtener el diagrama que hiciese juego con los botones, Ap apretó

 

"Acelerar"

Se inclinó sobre los

botones, con desesperación y bastante indeciso apretó los puños.

 

"Futuro Cero!”

Abruptamente tiró de cinco

botones elegidos al azar. La nave cambió de rumbo, subiendo en espiral. Una andanada final de explosiones se

escuchó debajo de la nave, allí donde había estado hacía unos instantes. Lady Min se sujetaba desesperadamente

en el pasillo. Objetos sueltos volaban, y se golpeaban contra la embarcación. El viento huracanado silbaba por los

pequeños agujeros que habían dejado las balas. Lady Min miró los agujeros. Se daba cuenta que cuándo llegaran al

espacio, perderían todo su aire. Se aseguró, y abrió un cajón del cual saco un rollo de cinta adhesiva, con ella se

arrastró por el costado de la nave. Cortó pedazos de cinta con los dientes, y empezó a tapar los agujeros del

fuselaje. La nave se estabilizó, continuó ascendiendo, nadie sabía hacía adónde.

No hay comentarios:

Publicar un comentario