A pesar de que han pasado casi cinco décadas, ninguno de los estudiosos del problema
abduction ha logrado todavía entender un gran qué, pero mientras tanto, hipótesis se han
hecho muchas, y no siempre positivas.
La siguiente es, en síntesis, la situación al término de la primera cincuentena de estudio.
El pesimista Jacobs sostiene que nosotros ya estamos en manos de los alienígenas y que
éstos no nos han pedido permiso para llevar a cabo ciertas decisiones sobre nosotros.
Según él, nostros somos propiedad alienígena, porque somos inferiores sea del punto de
vista científico que biológico: es decir que lo que los alienígenas buscan es nuestro planeta y,
en la mejor de las hipótesis, lo van tomar sin emplear la fuerza, lo harán con un sutil engaño
plurisecular.
El psiquiatra Mack, en vez, es optimista y, al final de sus estudios, es propenso a retener que
no se sabe bien cuál sea el objetivo de los alienígenas, pero seguramente éstos producen una
suerte de "expansión de la consciencia" en cada abducido. Tal efecto serviría al humano
elegido para cumplir, dentro de sí, un salto evolutivo y poder por lo tanto acceder al mundo
futuro, preparando el planeta para soportar y superar los traumas que nuestra civilización
malsana ha producido y producirá en los próximos años.
Esta versión a la "querámonos todos", estilo new- age, está sostenida por una corriente de
psiquiatras y psicólogos americanos, los cuales ven en la propia civilización la causa de sus
males. No debemos olvidar que, en USA, el abuso en el recurrir a psicólogos y psiquiatras
pareciera representar el efecto de un malhumor difundido, que tiende a llevar a los
Americanos a no ser capaces de resolver por sí mismos problemas de contacto con sus
semejantes, porque su mundo los empuja a convertirse en esclavos del "tener" y a considerar
que el "ser" sea algo solamente exterior, condicionado por el juicio de los otros.
No por puro caso su inconsciente trata de liberarse precisamente de este malsano vivir y el
Americano medio se vuelve obeso atragantándose con comida para manifestar, por un lado
su deseo de poseer todo (psicólogicamente se posee también aquello que se come); por el
otro, engordando y poniéndose fláccido, se opone incoscientemente a aquellos cánones de
belleza física que lo querrían delgado y musculoso y rechaza el dogma que le impone ser
rico y bello.
No por nada los detractores del problema abduction dicen que eso es preponderantemente
americano (veremos que no es para nada cierto) y debe ser considerado el fruto de
psiquismos malsanos, subproductos de la frenética civilización consumista.
Por lo tanto al profesor John Mack se le reprochaba haber escrito un tratado sobre los
psicóticos, creyendo que fuesen, en realidad, los elegidos de los alienígenas. El ha tenido
que padecer una verdadera y propia inquisición de parte de un colegio de docentes de la
Universidad, por haber osado escribir ese libro (Rapiti es el título de la versión italiana
publicada por Mondadori).
Sin embargo, el año anterior a la publicación del libro incriminado, Mack había ganado el
premio Pulitzer por un tratado sobre psiquiatría, creando así, al mundo científico
americano, serias dificultades para hacer desaparecer de escena a este psiquiatra incómodo.
El proceso, por lo menos en apariencia, ha sido ganado por Mack, pero es seguramente lícita
la sospecha de que su segundo libro(nunca publicado en Italia), haya sido endulzado por
exigencias "políticas" y existen muchas dudas sobre las causas de su propia muerte,
sucedida en Inglaterra el año pasado en un accidente (ha sido embestido por un automóvil).
En conclusión las opciones resultantes son sólo tres:
1. Los abducidos son todos esquizofrénicos psicóticos
2. Los alienígenas existen realmente y son malos.
3. Los alieníegenas existen realmente y son buenos.
Dejamos por ahora, la primera opción, que será examinada más adelante.
En la segunda opción los alienígenas son malos, someten a los raptados a terribles
intervenciones quirúrgicas para extraer sangre y esperma, transplantan óvulos fecundados
en hembras de nuestra especie e implantan microchips subcutáneos en varias partes del
cuerpo del abducido, para poder monitorearlo continuamente.
En la tercera opción, en cambio, los alienígenas son buenos y hacen experimentos
quirúrgicos, pero son para salvar a los abducidos de algunas enfermedades, para mejorar el
cuerpo y la mente y para prepararlos para el gran día en que la Tierra entrará en la
Confederación Estelar.
Uno de los aspectos más demenciales de la tercera opción está representado por la nuevas
religiones, nacidas, oh! casualidad, siempre en el mundo anglosajón y sobre todo en los
Estados Unidos, que describen a los alienígenas como salvadores de la humanidad.
Así Scientology en USA y los Raelianos en Europa no se limitan a considerar a los
alienígenas como creadores de los humanos, sino sobre todo los consideran dioses
tecnológicos y por lo tanto superiores.
Los Raelianos, que entre otras cosas son fundadores de Clonaid, una multinacional
tecnológicamente capaz de efectuar los más feroces experimentos biogenéticos, han
anunciado que clonarán a Hitler y que el futuro de la humanidad está en la vida eterna
obtenida a través de los procesos de clonación. Todo ésto porque Claude Vorillon, discutido
personaje francés, piloto automovilístico en los años sesenta y hoy llamado Rael, habría
sufrido un secuestro alienígena cuando era joven. En esa ocasión los alienígenas lo habrían
elegido su embajador y le habrían revelado también, entre otras cosas, que ellos son los
creadores de la raza humana, que usan la clonación para obtener la inmortalidad y tantas
otras cosas sumamente similares a aquellas descriptas por los abducidos, bajo hipnosis
regresiva, que han declarado a los investigadores de turno.
Por lo tanto la hipótesis "tecnicista" de la presencia alienígena en la Tierra para Vorillon no
es de hecho, algo sin sentido, porque está avalada por decenas de testimonios, además de
obviamente por su relato personal.
Al lado de la hipótesis "tecnicista" existe aquella "espiritualista", hasta ahora apoyada por
muchos famosos contactados, para los cuales la abduction no sería en realidad un secuestro
verdadero, sino un especie de catarsis mental, un momento donde los alienígenas hablan al
abducido y le enseñan verdades de tipo religioso, moral y científico.
La idea que la mente forme parte de nuestra existencia, pero represente un estado
evolucionado del cuerpo, con acceso a planos perceptivos "superiores", hace suponer a
algunos que un contacto con seres totalmente diferentes a nosotros desde el punto de vista
energético pueda suceder solamente a través de la percepción mental. Nacen así los
Channeler o Canalizadores de Entidades, las cuales, desde otras dimensiones, hablan y hablan
de cosas suyas y sobre todo de cosas nuestras.
Esto es un aspecto de la ufología que convierte tal materia similar al estudio de las
apariciones marianas; esas personas se sienten seguras de la existencia de un dios
tecnológico, representado por el alienígena de turno. Así como a una divinidad, al
alienígena le vienen atribuidos los actos de creación y de destrucción; las profesías místicas
hacen su aparición y mientras quien dice ver a la Virgen Maria revela que el mundo
terminará con una catástrofe proveniente del cielo, los Channeler ufológicos relatan de
Niburu, misterioso planeta escondido y habitado por alienígenas, sobre los cuales desde
hace tiempo se presume la existencia, que rozará la Tierra (o se le caerá encima)y qué
casualidad, en los mismos años en que, para los videntes, tendrá lugar la venganza divina.
Observando bien, hay fuertes analogías de fondo y eso significa, para mí, que "donde hay
humo, tiene que haber algo que se quema": talvez no exista una sola verdad, mas bien
diferentes tipos de interferencia alienígena.
martes, 22 de mayo de 2012
FENOMENOS DE ABDUCTION 3 - LAS PRIMERAS HIPOTESIS
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