martes, 13 de septiembre de 2011

LOS ERRORES DE MANUELA SAENZ 3

Ella espero a que se le llamara para acudir a él hasta cuando moría y  estaba exiliado.

 

Su mando sobre ella, quién no obedecía a nadie más, fue demasiado absoluto para su propia supervivencia o la de ella.

 

Los errores que se le imputaron (señalados en esa época como su capricho y su teatralidad) no fueron sus errores, esos sólo la hacían  interesante, estaban lejos de ser fatales.

 

No era lo suficientemente despiadada para cubrir la falta de crueldad ¬de él y no lo suficientemente prudente para cubrir la falta de prudencia de él.

 

Los caminos abiertos ante ella para las finanzas, para la acción estaban completamente abiertos. La avenida se extendía a lo largo del horizonte.

 

Ella peleo valientemente, pero nada más no tomó acción alguna.

 

Era una actriz solo para el teatro, y murió de eso. Y dejo que Bolívar muriera por eso.

 

Ni una sola vez miró Manuela alrededor y dijo, ''Vean esto, las cosas no deben de ir así de mal. Mi amante posee medio continente e incluso yo poseo la lealtad de los batallones". Sin embargo esa mujer lo desperdicio¬ todo.

 

Nunca le dijo Manuela a1 doctor de Bolívar, de quién se rumoraba que era su amante, "Dile a ese hombre que no vivirá sin que yo me vuelva una parte constante de su séquito, y díselo hasta que lo crea o tendremos un nuevo médico por aquí".

 

El mundo estaba abierto. Mientras que Teodosía, la esposa del Emperador Justiniano II de Constantinopla, una mera circense y meretriz gobernó con más dureza que su marido, pero para él y a sus espaldas, y logró que se casara con ella, Manuela nunca tuvo ni una cesta de dinero para darle a Bolívar para sus tropas que no habían recibido paga con un "Lo acabo de encontrar, Querido" al "¿de dónde diablos…?", de Bolívar después de que su propio y emprendedor sequito les extrajera cuidadosamente a los prisioneros Realistas un rescate para salir de la cárcel. Ella nunca le entregó a las tropas la hija de una familia que clamara en contra de ella, para después decir "Que familia habladora es la siguiente".

 

Ella incluso ostentaba el rango de Coronel pero sólo lo usaba porque usaba ropas de hombre en las tardes. Era una tierra brutal, violenta, cruel, no un juego de sillas musicales.

 

Y así Manuela, pobre, imprudente murió mal y en la pobreza, exiliada por enemigos y abandonada por sus amigos.

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