martes, 6 de septiembre de 2011

LOS ERRORES DE BOLIVAR - 3

No para compararme con Bolívar sino para demostrar mi comprensión de esto: Yo una vez tuve algo similar, "Yo seguía adelante mientras podía y cuando me paraban entonces me moría". Esto es una solución suficientemente suave para declarar y realmente difícil de comprender hasta que tienes una ¬idea de lo que YO quería decir con seguir adelante. 

 

Los meteoros avanzan muy, muy rápido. Y así lo hice yo. Luego, un día, hace mucho tiempo finalmente fui parado (después de incontables pequeños paros por contactos sociales¬ y familiares, que culminaron conmigo en una marina más dedicada a dar galardones que a acabar con el enemigo) y literalmente desistí. Por un tiempo yo no podía encontrar una clave de qué había de malo en mi. La vida se hizo completamente insoportable hasta que encontré una nueva solución. Así es que ahora yo conozco la fragilidad de estas soluciones únicas. No por compararme sino sólo para demostrar que nos sucede a todos, no sólo a los Bolívares.

 

Bolívar no tuvo ningún tipo de penetración, sólo podía "mirar hacia afuera" y aún entonces no veía ni escuchaba. Él "resplandecía" las cosas hasta ponerlas bien. Por desgracia, el poder hacer esto fue su ruina. Hasta¬ que ya no pudo más. Cuando ya no pudo brillar, él rugió y cuando ya no pudo rugir, peleó una batalla. Entonces los enemigos cívicos no eran enemigos militares así es que no le quedo ninguna solución.

 

Nunca se le ocurrió hacer algo más que magnetizar las cosas personalmente para que fueran buenas y victoriosas.

 

Su ruina fue que él hizo un uso exagerado de una habilidad simplemente porque era fácil. Era demasiado bueno en esta única cosa. Así es que nunca¬ buscó ninguna otra habilidad y ni siquiera soñó jamás que existiera algún otro modo.

 

No tenía ningún punto de vista de ninguna situación y ninguna idea de los pasos organizacionales o preparatorios necesarios para una victoria política y personal. Él sólo conocía la organización militar, que es donde su visión organizacional terminaba.

 

Él fue enseñado durante los días cruciales de la revolución Francesa, notoria por su inhabilidad organizacional para formar culturas, y esto fue hecho fatalmente por un maestro de su niñez que era intensamente impráctico en su vida privada (Simón Rodríguez, un ex-sacerdote convertido en tutor).

No hay comentarios:

Publicar un comentario