viernes, 16 de septiembre de 2011

LAS RESPONSABILIDADES DE LOS LÍDERES- LOS ERRORES DE SIMON BOLIVAR Y MANUELA SAENS

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El hombre está demasiado aberrado para comprender por lo menos 7 cosas acerca del Poder:

 

1. La vida es vivida por mucha gente. Y si tú diriges debes dejar que sigan adelante con ella o guiarlos con ella activamente.

 

2. Cuando el juego o la escena ha terminado, debe haber un nuevo juego o una nueva escena y si no la hay, alguien más seguramente va a empezar uno y si tú no dejas que nadie lo haga el juego se cambiará - en agarrarte a ti.

 

3. Si tienes poder úsalo o delégalo o seguramente no lo tendrás por mu cho tiempo.

 

4. Cuando tienes gente úsala o pronto se sentirán muy infelices y ya no los tendrás más.

 

5. Cuando te salgas de un punto de poder, paga todas tus obligaciones inmediatamente, dales poder a tus amigos completamente y retírate con tus bolsillos llenos de artillería, chantaje potencial contra tus antiguos rivales, fondos ilimitados en tu cuenta privada y las­ direcciones de asesinos de experiencia y vete a vivir a Bulgaria y soborna a la policía. Y aún así puede ser que no vivas por mucho tiempo sí has retenido un fragmento del dominio en cualquier campo­ que ahora no controles o incluso si dices "Yo estoy a favor del­ Político Jiggs". Abandonar el poder absolutamente es peligroso, de verdad. Pero no todos podemos ser líderes o figuras que se pavonean ante los reflectores, así es que hay más que saber sobre esto.

 

6. Cuando estés cerca del poder, haz que se te delegue algo, lo suficiente para hacer tu trabajo y protégete a ti mismo y a tus intereses, porque puedes ser fusilado, amigo, fusilado, ya que la posición cerca del poder es deliciosa pero peligrosa, peligrosa siempre, expuesta a las burlas de cualquier enemigo de la persona poderosa que no se atreva realmente a sacar a puntapiés al poder pero si te puede sacar a puntapiés a ti. Así es que para vivir de algún modo a la ­sombra o al servicio de un poder, tú mismo debes reunir y USAR suficiente poder para mantener tu posición, sin sugerirle solapadamente a la persona poderosa para que “mate a Pedro”, de manera directa o de forma supresiva y velada, pues esto destruye el poder que sustenta el tuyo. Él no tiene que ­saber todas las malas noticias y si él es un poder en realidad no preguntará todo el tiempo "¿Qué están haciendo todos ésos cadáveres en la puerta?". Y si tú eres listo, nunca permitidas que se piense que él los mató; eso te debilita y también daña a la fuente del poder. "Bueno, jefe, sobre esos cadáveres, nadie supondrá que tú lo hiciste. Aquella de allá, esas piernas rosadas que asoman, yo no le caía bien" "Bueno", dirá él si es realmente un poder, "¿Por qué me molestas a mi si ya está hecho y tú lo hiciste. ¿Dónde está mi tinta azul?" o "Capitán, tres policías de la Marina llegarán pronto con tu cocinero, Dober, y querrán decirte que él golpeó a Simson." "¿Quién es Simson?" "Es un empleado en la oficina enemiga del centro" "Bueno, cuando terminen, lleva a Dober al dispensario para cualquier ­tratamiento que necesite. Ah, sí. Súbele el sueldo". O "Señor, ¿Podría yo tener poder para firmar órdenes divisionales?" "Seguro".

 

7. Y por último y el más importante, porque no todos estamos en el escenario con nuestros nombres iluminados, siempre empuja el poder en la di­rección de aquel de cuyo poder dependes. Podría ser más dinero para el poder, más desahogo, o una defensa airada de la persona poderosa ante una crítica o incluso el golpe seco de la caída de uno de sus enemigos en la oscuridad, o la gloriosa llamarada de todo el campamento enemigo como una sorpresa de cumpleaños.

 

Si tú trabajas así y el poder al que estás cerca o del que dependes es un poder que tiene al menos una noción de cómo serlo, y si haces que otros trabajen así, entonces el factor del poder se expande y se expande y se expande y tú también adquieres una esfera de poder ­mayor de la que tendrías si hubieras trabajado solo. Los verdaderos poderes se desarrollan mediante conspiraciones cerradas de este tipo empujando a alguien hacia arriba en cuyo liderazgo se tiene fe.­ Y si están en lo correcto y manejan también a su hombre y cuidan de que no se derrumbe por demasiado trabajo, mal humor o mala información, se construye una especie de ídolo. Nunca te sientas más débil porque trabajas para alguien más fuerte. La única falla está en a­brumar o jalar hacia abajo a la fuerza de la que tú dependes. Todas las fallas para permanecer como el poder de un poder son fallas en ­contribuir con la fuerza y la longevidad del trabajo, salud y poder de ese Poder. La devoción requiere de la contribución activa del poder hacia afuera al igual que hacia adentro.

 

Si Bolívar y Manuela hubieran sabido estas cosas, hubieran vivido una epopeya, no una tragedia. No hubieran "muerto en la zanja", él privado de alabanzas realmente merecidas por sus verdaderos logros incluso hasta este día y Manuela no sería desconocida, incluso en los archivos de su país, como la heroína que fue.

 

Figuras valientes, valientes. Pero si esto puede sucederle a personalidades tan estelares dotadas con habilidades diez veces mayores que las más­ grandes de otros mortales, a gente que pudo tomar una multitud turbulenta en una tierra vasta e imposible y vencer a uno de los poderes entonces más ­importantes de la Tierra, sin dinero y sin armas, sólo con personalidad, ­¿Cuál debe ser entonces la ignorancia y la confusión de los líderes humanos en general, por no hablar de los hombrecillos que tropiezan a lo largo de sus vidas de hastío y sufrimiento?

 

Abrámosles los ojos ¿Eh? No puedes vivir en un mundo donde ni los grandes líderes pueden guiar.

 

L. RONALD HUBBAD

 

 

 

 

 

 

 

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